martes, 27 de octubre de 2009

El amor en momentos treintaypico

Los otros días me levante con un humor de perros, me acosté en el piso, miré el techo y pensé lo siguiente...

La realidad es que cuando pisas la adolescencia la mayoría de los kilombos pasan por la aceptación, y no me refiero a la propia, sino a la del otro o de los otros. En los diesipico la mirada del afuera es terrible. Hacemos lo que sea por sentirnos aceptados, de hecho el dramón más grande es si esa "persona tan especial" nos mira, nos quiere, nos tiene en cuenta o simplemente si le importamos.

Luego llegan los veintipico, en donde ya nos miraron más de una vez, ya nos besaron y nos tocaron muchas más, sin embargo en esta década, eso ya no es suficiente, porque a los veintipico, ya queremos que nos digan "te amo", queremos que el otro nos encuentre, que se enamoren de nosotras y que quiera su vida al lado nuestro. A los veintipico comienza el sueño de encontrar al amor de nuestra vida y al compañero para siempre...

Pero la realidad es que a un porcentaje elevado (a dios gracias)ese sueño se le cae a la mierda durante la década o al finalizar la misma y es ahí en donde la Etapa 3 en el amor empieza aparecer.

A los 30, la mirada del otro por lo general y gracias a un adecuado análisis freudiano que pagamos en nuestros veintipico, nos chupa un huevo "¿qué me vas a venir a contar vos a mi? comprate una vida, usala y después charlamos". A los 30 que nos amen en cierta forma nos tiene sin cuidado, porque si fuimos un poco normales, escuchamos Te Amo´s verdaderos en la década anterior...

El drama de los 30, no es tener o no hijos, el bardo de los 30 es sentir el amor, es enamorarte. A los veintipico moríamos porque nos llamara el flaco que nos gustaba, a los 30 es distinto, el bardo es si nos llama y nos aburre, ya no pasa por si nos invitan o no a cenar, lo mas probable es que tengamos muchas citas, pero que de 5 citas una sola sea buena y las demas anecdotas para cagarte de risa con tus amigas.

Porque a los 30 no querés que te acepten, no te importa si no te llaman, no te interesa si no te dicen te amo, a los 30 lo único que te importa es si aceptas, si llamás, si te interesa y por sobre todas las cosas, si después de haber conocido a tanta gente, haber vivido tantos momentos mágicos, haber protagonizado los mejores besos, el sexo más desenfrenado y las experiencias más locas, poder mirar a los ojos a alguien, y volver a decirle con una gran intensidad a quien tengamos en frente un simple "Te amo".



Es mentira que ya no hay hombres, hay muchos, simplemente la única realidad, es que hay pocos que nos gusten.



Nota: No da estar escribiendo esto y que atrás mio, Hallmark esté pasando a Julia Roberts llorando a más no poder en la Boda de mi Mejor Amigo.

lunes, 12 de octubre de 2009

El por qué de Pilates a los 30

Siempre me pregunté por qué muchas (demasiadas) treintañeras se fanatizaban con pilates. La realidad es que sólo pude comprenderlo cuando pasé por esa experiencia, bah esas experiencias – cumplir 30 e ir a pilates.

Si buscan pilates en internet, les van a informar que es un sistema de entrenamiento físico y mental, es decir, un método vinculado a la fuerza muscular con el control, la respiración y la relajación.

En pilates como bien dice la definición, se necesita el uso de la mente para controlar el cuerpo, pero siempre buscando un equilibrio entre ambos, y es acá en donde se realiza el puente con la treintañera, es justo en este punto, el por qué la mujer en cuestión, compra el paquete pilates y se siente identificada (incoscientemente con el mismo).

Convengamos que cada década tiene su encanto, por ejemplo a los 20 apostás por la revolución; es increíble como en esa década el espíritu revolucionario sale constantemente a flote por casi todo lo que nos rodea… y después, bueno, después llegan los 30, en donde antes de gritar “¡REVOLUCION!” con todas tus fuerzas, haces un análisis de los efectos de la misma, es decir, te preocupás en saber cuantos días va a durar la jodita, si esos días están incluidos en tus vacaciones, porque todo bien con la revolución, pero que no nos toquen las vacaciones porque se pudre todo… también querés saber quién participa y quién no de la revolución, de hecho hasta sos capaz de pedir un CV del revolucionario mayor, porque convengamos que hay cada pelotudo levantando banderas, que tampoco vamos a perder el tiempo… En fin, a los 30 todo pero todo pasa por la cabeza. Queremos, sentimos, pero amigos y amigas mías, siempre razonamos, porque hemos caminado tanto durante la década anterior… nos dejaron tantas veces de garpe, tantas veces a pata… tantas madrugadas de bondis hasta la manija, que hoy miramos la vida desde un lugar tan tan diferente… algunos borregos atrevidos nos llaman superadas… no mi amor, no somos superadas, simplemente fuimos superando que es muy distinto...

La realidad es que a los 30 todo pasa por la cabeza, como dije líneas anteriores, aprendimos que la fuerza es relativa y que todo está en nuestros deseos, necesidades y por sobretodo voluntad.
Amamos pilates, porque entendimos lo maravilloso que es movernos por nosotras mismas, por nuestra fuerza, la cual no nace de un día para el otro, sino que es un trabajo constante en donde el control lo tenemos en nuestra mente.

Y la definición sigue:

“…El método se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral.”

Porque a los 20 nos encargamos de sentir el mundo con una intensidad impensada, y a los 30 en cambio, nos interesa crear una estructura sólida, porque aprendimos que esa solidez es la que nos va a permitir luego de una ardua tarea, lograr un increíble pero firme bienestar.